La tasa Tobin

El gobierno español, con Pedro Sánchez al frente, renuncia a la aplicación del impuesto a la banca que llevaba defendiendo desde que estaban en la oposición, abriendo la posibilidad de establecer la tasa Tobin en el próximo año 2019.

¿Qué es la tasa Tobin?
Originalmente esta tasa, que proviene del economista premio Nobel James Tobin, se remonta a los años 70 en Estados Unidos.
Se trataba de una comisión sobre los movimientos especulativos de la divisa, solo y exclusivamente para divisas. La idea era sencilla, se quería acabar con los movimientos financieros que se realizaban con el fin de aprovechar los movimientos del tipo de cambio para ganar dinero y así controlar la volatilidad del tipo de cambio.
Dicha tasa se propuso como consecuencia de la eliminación de la convertibilidad del oro/dólar que estableció el presidente norteamericano Richard Nixon en 1971.
Actualmente, la tasa Tobin hace referencia a un impuesto sobre transacciones financieras internacionales, es decir, cualquier movimiento financiero destinado a la compra-venta tanto de bonos como de productos financieros derivados.

El caso de Suecia
Suecia en 1984 implantó una tasa de 0,5% sobre cada compra o venta de activos de capital, años después esta tasa fue doblada. Debido a los malos resultados, en 1989 procedieron a reducir dichas tasas para la renta fija a 0,002% y 0,003% en función a sus plazos.
En todo este proceso de fluctuación de las tasas, provocaron importantes caídas en renta variable superiores al 5%, y lo que fue peor una devastadora caída en las negociaciones de los bonos y futuros, cayendo un 85% y un 98% respectivamente.
Tras los resultados cosechados, en 1991 terminaron por abolir la totalidad de esas tasas aplicadas.

El caso de Francia
En el 2012, el entonces presidente de la república francesa Nicolas Sarkozy, estableció una laxa tasa de Tobin, que gravaba la compra-venta de acciones, las multi-operaciones que se realizan a través de sistemas informáticos y las operaciones intradía. Esta medida supuso una bajada en la negociación de los productos gravados en torno al 10%.
La realidad ha cambiado, actualmente solo se grava la compra-venta de acciones y, a pesar de haber aumentado el gravamen del 0,1% al 0,3% no se ha conseguido recaudar conforme a lo esperado, y lo que es mas importante, no se ha conseguido combatir el problema de la especulación (en gran parte porque no se gravan los derivados), que en teoría es la primera razón de la aplicación de este tipo de políticas.

¿Sería interesante su aplicación en España?
En mi opinión, sería prácticamente imposible que su aplicación individual tuviera los resultados esperados, ya que las compañías financieras buscarían la forma de esquivar este tipo de tasas acudiendo a otros lugares donde no se aplicara esta tasa, a modo de paraísos fiscales, produciendo una evasión de capitales y una perdida de competitividad respecto a otros países.
La única forma factible para aplicar esta medida, además de luchar conjuntamente contra paraísos fiscales, sería haciéndolo a nivel Europa, realizándose en todos y cada uno de los países europeos, actuando Europa como un país, hecho que visto lo visto lo veo francamente difícil.

Carlos Martín Salazar

Perfil del autor

Carlos Martín Salazar
Carlos Martín Salazar
Socio fundador de BancaVia.
Licenciado en administración y dirección de empresas.
Master en bolsa y mercados financieros.
CEFA certified